jueves, 24 de octubre de 2013


La Plata: Cura acusado de abuso fue escrachado en el Hospital San Juan de Dios

Organizaciones sociales, feministas, de derechos humanos se reunieron esta misma tarde en la zona de 25 y 70 para con el único fin escrachar y hacer público la situación de un cura párroco de 80 años acusado de más de 30 casos de abuso sexual contra menores de edad cometidos en un campo de Bavio entre los años 1980 y 1987  y condenado a 8 años de prisión por violación de un menor de 5 años en la localidad de Magdalena durante el año 1995.Descripción: http://laplataya.com/wp/wp-includes/js/tinymce/plugins/wordpress/img/trans.gif
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Dos de las más de 30 victimas que fueron abusadas por el cura Gimenez, quienes más de 32 años después lograron poder recomponerse del daño que el clérigo les realizo decidieron llevar adelante un escrache con “justicia social” donde pudieran de algún modo descargar toda la bronca y angustia que tanto Julieta Añazco, como Carla Rosbech acumularon con años y años  de injusticia.
El sacerdote que actualmente con 80 años y que vive en una casa particular de un barrio de Los Hornos ubicada en 68 n 2859, tiene una larga trayectoria en casos de abuso  sexual y corrupción de menores. Su historia comienza allá por los años 1979 cuando el cura comenzó (según las propias victimas) a llevar adelante estas prácticas contra menores de 5, 7, 8 y 9 años que concurrían a diversos campamentos organizados por el mismo párroco en un campo alejado en la localidad platense de Bavio.
El mismo desarrolla actualmente su actividad en la capilla ubicada en el interior del Hospital San Juan de Dios, pero durante los años 80 y 90 paso por Iglesias de Gonnet (Divina Gracia), City Bell (Sagrado Corazón de Jesús), Berisso, Magdalena y fue capellán durante 15 años del Hospital Italiano de nuestra ciudad, donde fue siendo trasladado por el arzobispado de la ciudad a cargo de Monseñor Aguer mientras las denuncias publicas llegaban a la sociedad.
Julieta Añazco en dialogo con INFOPOLICIALES contó que: “En el año 81 junto a otras amigas que eran de la zona de Gonnet decidimos unirnos en un campamento organizado por este hdp que llevaba a las niñas y niños a los cuales abusaba” “yo recuerdo con claridad cuando Gimenez entraba en las carpas impunemente y nos manoseaba, y cuando una dormía atacaba a otra pensando que las demás no lo veíamos” “Durante los momentos donde estábamos solas con él en los momentos donde nos tomaba la confesión nos tocaba.”  Cuando Julieta decidió hacer la denuncia 7 años después que pudo contar lo que le había sucedido por años ya era un caso que había prescripto.10
El caso similar ocurrió con otra victima que hoy recién 32 años después del ultraje que sufrieron pudieron verlo a la cara y gritarle a viva vos las atrocidades que este sujeto había cometido contra ellas y otras tantas menores en los campos de Bavio.
Carla Rosbech por su parte contó a este medio que: “Durante 32 años tuve este dolor en el pecho que recién hoy voy a poder expresarle a este señor que no tiene cara, que uso, que jugo con la vida de niñas como yo que sufrimos su abuso” “Sabemos que nuestros casos no tiene validez tantos años después, pero si tenemos muy claro que comienza un camino donde lo ubico que vamos a buscar es que este hombre sepa que acá estamos y que la iglesia mediocre no puede seguir apañando a estos tipos”.
Ante una nutrida comitiva que acompaño hasta la capilla donde de 16.30 a 17.30 durante los 5 días de la semana el hombre en cuestión desarrolla su misa.
Causa Judicial
En Marzo del 1997 el cura y gracias a la denuncia de un nene de 10  años que logró junto a su familia denunciar lo que le había sucedido a él y otros menores mientras Roberto Gimenez era párroco de una iglesia local.
Luego de que él mismo fuera detenido y procesado por corrupción de menores por el Juez Emir Caputo, el arzobispo platense, peticionó a su favor y logró que luego de 2 años de estar detenido pueda salir con la convicción de que seria recluido en una unidad de clausurada de la propia arquidiocis, pero nada de eso sucedió ya que el mismo vivió desde entonces en el actual lugar de residencia de Los Hornos.
El beneficio en principio había sido denegado por el juez actuante, pero la intervención del Juez de feria Cesar Melazo logró que el mismo pudiera salir.
Pese a ya haber conseguido la libertad la causa fue girada a la Cámara Penal de Apelación que le dio la potestad de decidir a los Jueces Horacio Piombo y Raúl Delbés quienes bajo la medida presentada por Hector Aguer de Caución juratoria logró finalmente salir definitivamente de la causa judicial.
Los jueces acusaron en su decisión que a raíz de ser un sacerdote de la Iglesia Catolica, debía gozar del beneficio de Dignidad  Eclesiástica, por falta de antecedentes anteriores al de la acusación.

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